La Inteligencia Artificial (IA) puede ser una herramienta que nos resulte demasiado tecnológica o lejana pero la realidad es que, sin saberlo, se ha convertido en una parte importante de nuestro presente.
La podríamos entender como una rama de las ciencias computacionales en las que se estudian conjuntos de órdenes capaces de realizar acciones propias de los humanos, teniendo en cuenta dos características importantes: el razonamiento y la conducta.
En la actualidad, encontramos esta Inteligencia Artificial en numerosos sectores: videojuegos, que permite recrear el movimiento de jugadores. Industria para la optimización de métodos de fabricación y logística. Medicina para hacer modelos de expansiones de una enfermedad o efectos secundarios. Minería de datos que es una rama de la estadística en la que se intentan descubrir patrones dentro de un volumen de datos. O podríamos hablar de la machine learning, es decir, el aprendizaje automático de las máquinas.
En la materia de educación puede ofrecer numerosos avances. Es capaz de desarrollar prácticas de enseñanza y aprendizaje innovadoras. La tecnología ya se ha hecho hueco en las aulas. Encontramos pizarras digitales, métodos de enseñanza online, juegos interactivos en Internet para que los más pequeños aprendan, herramientas que facilitan las tareas en educación o tutorías y clases a través de programas online.
Como vemos, el hecho de que Internet, y todo lo que conlleva, se haga un hueco en las aulas no es de extrañar. En general, no es nada raro que el mundo digital forme parte de diferentes sectores puesto que ya forma parte de nuestros días y en esa digitalización encontraremos el futuro. Lo que sí llama la atención es la rápida aparición de la Inteligencia Artificial en la educación y lo que puede aportar en este ámbito.
La IA es un complemento perfecto para el sector educativo porque permite adaptar y personalizar la educación, crear perfiles únicos, automatizar la asesoría y evaluación, y brindar sistemas de tutoría novedosos e inteligentes.
Uno de los grandes ejemplos de los que todo el mundo habla es Duolingo. Se trata de una aplicación que permite aprender decenas de idiomas y la misión que persiguen es hacer accesible el aprendizaje de estas lenguas para todas las personas. Independientemente del nivel que tengas.
La inteligencia artificial comienza desde los test que se realizan en un principio para descubrir cuál es el nivel con el que parte, tomando como base los miles de comportamientos de otros estudiantes que usan la plataforma.
Hace ya unos años la Unesco aseguraba que la IA tendría un gran impacto en educación a nivel global, asegurando que entraría sí o sí en las aulas. En aquel momento encontrábamos más preguntas que respuestas.
Pues bien, el año pasado lanzaba la Guía sobre la Inteligencia Artificial y Educación para responsables de políticas educativas donde habla sobre usos y aplicaciones de la IA basada en machine-learning con los que se está experimentando. Algunos están más consolidados, otros tienen alguna evidencia de impacto positivo en algún aspecto de aprendizaje escolar y otros son útiles para el profesorado (analítica de aprendizaje y asistentes virtuales).
“La inteligencia artificial es eficaz en terrenos muy predecibles. Pero ojo, que en educación hacemos cosas muy predecibles y muy repetidas que sí puede gestionar la IA». (Melchor Gómez)
El crecimiento de la Inteligencia Artificial es muy rápido y su implantación en diferentes ámbitos resulta cada vez más frecuente. En Vacolba apostamos por la Inteligencia Artificial dado que se trata de una herramienta muy útil y que aporta un gran valor al trabajo que se realiza diariamente.
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